Lo de Ángela Londoño es anudar, crea caleidoscopios de colores que pueden lucirse, pero también elabora piezas que cuentan historias con miyuki. Sin cámara, sin pinturas ni pincel, ella saca pájaros y flores de las montañas y retrata tradiciones de pueblos colombianos, también hace relatos de mujeres disruptivas.

Quizá estas líneas podrían resumirse en tenacidad, pero la palabra se queda corta para describir lo que cabe en la mente y en el corazón de la emprendedora venezolana Carmen Ambrosina Herrera.

“Ustedes han cumplido un sueño”, así comienza esta entrevista Amarlys Núñez, creadora de la marca de vestuario Amarnu. Desde Chigorodó, nos cuenta cómo pasó de coser en una máquina en su casa, a tener su propio local, generar empleo y mostrar sus diseños en una pasarela.

Sissi Tamayo logró sacar a delante su marca, debió comenzar reconociéndose para amarse y emprender. Esta es una historia donde las dificultades se convirtieron en oportunidades, un viaje que inició hacia adentro.

Esta es una propuesta para el alma. Andrea Toro, su creadora, ofrece espacios, servicios y productos que conectan con la esencia amorosa del ser humano.

De Mis Manos realizó acompañamiento en diversas áreas, pero muy especialmente en el tema psicosocial. La historia termina en empoderamiento, independencia, un mayor potencial creativo.

Ana María Lopera dio vida a una marca disruptiva. En el camino se mantiene lejos de lo convencional, y aprendió a crear de cara a su público.

Lady Zapata Sánchez se paró frente al temor más grande para ella, de pastelería en pastelería lo retó. Vio su verdadero tamaño y ganó en confianza. Su nueva empresa es un caso de éxito en De Mis Manos.

El arte del tejido fue para Lina Pineda el camino para recuperar su bienestar. En De Mis Manos, esa manera de aliviar el corazón tomó forma de empresa.