Cozyland es el resultado del cambio integral

De Mis Manos realizó acompañamiento en diversas áreas, pero muy especialmente en el tema psicosocial. La historia termina en empoderamiento, independencia, un mayor potencial creativo.
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A Catherine Gómez Martínez, la valiente que transitó esta ruta y logró crear cambios favorables para su proyecto de vida, se le entregó en el Encuentro De Mis Manos 2022 el Reconocimiento a la Transformación Integral, por vencer los temores, trabajar el ser y luego el hacer, y por fortalecer aspectos de su empresa como marca, diseño y ventas.

 

Tenemos que devolver la cinta un poco para comprender la historia. Nuestra protagonista materializó ideas de negocio por años. Cuando se decidió a hacerlo de manera formal, crear marca y a comprar máquinas llegó la pandemia, que terminó por desestabilizar a Triki Triki, la recién nacida empresa dedicada a la producción de disfraces. En esos días, fueron muchas las ideas que generó para sobrevivir, entre ellas la confección de pijamas. “Lo pensé mucho tiempo y en ese pensar uno se desmotiva, se entristece y como que le pierde el foco al negocio”, cuenta Catherine, que aun con los miedos que le generaba el mercado, pero con apoyo de su familia, comenzó a coser. Así fue como surgió una marca que pensó sería temporal.

 

Con el paso de los días y de los hilos, esto fue cambiando y la emoción por esta nueva idea fue en aumento. Llegó a De Mis Manos buscando respuestas, ahora con una diferencia: la intención. Quería enfocarse y crecer, esta vez sí como una empresaria y no sabía cómo hacerlo sola.

 

Comenzó su proceso en diferentes áreas. “Tenía mucho miedo porque los productos que quería hacer, y que quiero seguir haciendo, son productos donde la creatividad y la ilusión se mezclen, para que los niños se conviertan en un personaje, en un animalito y poder tener experiencias en familia a la hora de dormir. Enfocarme, buscar quién es mi cliente ideal, saber cuál es el precio correcto, me tuvo el año pasado en esa construcción de Cozyland y en diciembre pudimos sacar la primera colección”, cuenta la empresaria, que trabajaba en el hacer en redes sociales, costos, mercado, ventas, diseño y cambio de marca.

 

Pero aun no tenía claro cómo manejaría la situación con Triki Triki, que esperaba revivir. “La transición de un emprendimiento a otro le generaba muchas cuestiones. “Hubo algo muy bonito con Catherine, un enfoque muy importante, el conectar su emprendimiento con su propia vida y con su propósito”, relata la asesora psicosocial, Juliana Arenas, quien orientó un acompañamiento transversal a los otros procesos.

 

Sentirse escuchada fue el primer logro. La asesora agrega que consiguieron poner de relieve, en el acompañamiento psicosocial, que las marcas son medios por los cuales la creadora expresa su capacidad de crear, sus talentos y sus anhelos. Esto cambió el panorama para la empresaria. “Fue muy bonito descubrir que se mantenía eso que era Catherine, así se diera la transición de sus emprendimientos”, comenta Juliana.

 

“Llegué derrumbada, no creía en mi propio potencial. Juliana me hizo ver que no importaba cómo se llamara mi emprendimiento, yo soy una emprendedora y donde pusiera mi trabajo iba a lograrlo”, expresa Catherine emocionada.

 

Ese fue el primer milagro. De ahí para adelante se cuentan muchos. Uno de los que menciona la creativa fue el participar en la Feria de Viva Envigado, donde se superaron las expectativas. “La acogida del producto fue maravillosa, ver que la gente paraba, que los niños abrazaban las pijamas, que cuando recibían nuestra bolsita que olía rico los niños hacían caritas, y se enamoraban de nuestra idea. Fue el momento en que confirmé que voy por el buen camino”, subrayó la empresaria.

 

Dice “nuestra idea” porque Cozyland es una empresa familiar. Nombra la empresaria a los socios: Willy que es el esposo, músculo financiero y mayor motivador; y los soñadores, los dueños de las ideas, quienes hacen los testeos de calidad, sus hijos Gabriel y Juana.

 

“Nos ha ido muy bien. Increíble porque a veces siento que hace falta más de mí, necesito concentrarme más y creer más. Como lo comentaba el día del premio, a veces quien menos cree en el proyecto soy yo misma, quien le pone más trabas. Para mí fue importante ver que lo mejor es enfocarse en la solución y no en el problema”, enfatiza que esto se le quedó grabado de las conversaciones con Juliana.

 

Recomienda a las personas empresarias dar mérito a la frase “creer es crear; ver el camino por pasos y aplaudirse cada logro; trabajar pensando en la creación, en el servicio, en el disfrute, no en sobrevivir; y buscar aliados estratégicos como De Mis Manos”.

 

“Me doy cuenta que los miedos han cambiado porque yo he cambiado, me doy cuenta que me voy madurando la idea, el emprendimiento, con todo y miedo, pero me voy conmigo, con mi esencia, con eso me voy”, escribió al equipo asesor.

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