Hace seis años, Ana María Lopera, una estudiante de administración de empresas, buscó en la elaboración de accesorios un medio para ayudarse económicamente. La idea de negocio cumplía con todos los requisitos: le gustaba, tenía talento y lo hacía fácil. Inició el negocio vendiendo a compañeros, profesores y secretarias.
“Mi mamá iba a empezar el mismo negocio, se le ocurrió con uno calados en MDF, pintarlos de distintos colores y que esos fueran los dijes. Me sonó mucho la idea. Me dije: si mi mamá no lo hace, lo voy a hacer yo, y así fue”, cuenta la empresaria el surgimiento del emprendimiento.
El nombre Bellademente fue una “ocurrencia”. Ana María quería que su marca fuera disruptiva, que hablara del plano energético, tema poco convencional para muchas personas. Sus productos son accesorios hechos a mano, con metales finos como oro goldfilled, acero inoxidable y plata; y gemas naturales. Un valor agregado que entrega la marca a sus clientes, es precisamente regalar información sobre la energía y los beneficios de tener cerca estas piedras.
El crecimiento ha sido mediante ensayo error, pero siempre conectando con su público, escuchándolo y ajustando diseños y procesos según lo que espera de la marca. “Me la he pasado en muchas ferias, siempre he vendido al público directamente. Entonces he tenido muchas conversaciones tanto con quienes compran como con quienes deciden no hacerlo y me dicen el por qué. He aprendido mucho acerca de las preferencias del consumidor, que no todo es lo que me parezca a mí más bonito, la gente me ha guiado mucho sobre lo que realmente les interesa”, cuenta la empresaria.
Esta tarea es lo que le ha dado claridades en el camino, pues uno de sus mayores retos ha sido comprender el mercado. Asegura que esta tarea es costosa pues requiere la inversión. “Hemos tenido que pagar, financieramente, muchos errores: inversiones mal hechas, marketing digital muy mal dirigido, lanzamientos de productos que finalmente se deben retirar del mercado porque no funcionan”, agrega.
La experiencia es exitosa para Bellademente en las Tiendas De Mis Manos, escenario que funciona como un laboratorio de mercado para las marcas, sin los altos riesgos financieros de los que hablaba Ana María y recibiendo ingresos sostenidos en el tiempo.
Con De Mis Manos también hizo el cambio de la imagen de Bellademente: logo, etiquetas, empaque. Dando como resultado una propuesta que correspondiera con la calidad que ofrece a sus compradores.
“Lo que se ha obtenido es una marca muy coherente, que le habla al consumidor desde la etiqueta hasta el último detalle del producto. Se siente que el mensaje es de algo natural, orgánico, que tiene esas vibras de naturaleza y no de plástico”, subraya Ana María.
El consejo para las personas empresarias: tener una planeación semanal en una agenda y seguirla con disciplina, pues el tiempo es el recurso más valioso.