Sylvia era ingeniera de sistemas pero su capacidad creativa y pasión por las manualidades la llevó a crear su empresa de bisutería Sylhé, alrededor del uso de Delica-Miyuki, una técnica de origen japonés.
«Hace unos años, Sylvia conoció a Ángela, y con ella aprendió la técnica del Miyuki», nos cuenta su esposo Luis Ignacio Pérez. «Sylvia se enamoró de esa técnica, porque en medio de su versatilidad, le permitía jugar con gamas de colores, crear cosas que siempre imaginó, como por ejemplo un collar de Frida Kahlo o unos aretes. Le parecía que esta técnica le daba todo lo que ella siempre había buscado», explica Luis.
Ángela María Londoño, la persona de la que nos habla Luis, fue una gran maestra de Sylvia. Su proceso como emprendedora y su conocimiento en el arte de la tejeduría de bisutería y joyería, fueron de gran enseñanza para Sylvia y con el tiempo, más que «profe y alumna», se convirtieron en amigas.
Ángela ya había recorrido un camino con su marca Atelie Accesorios, una empresa de bisutería fina y joyería especializada en elaboración de joyas en plata ley 950 y oro 18K. Y entre conversaciones, tejidos, risas y conocimiento mutuo, finalmente el nombre de la nueva marca de Sylvia surgió: Sylhe, accesorios hechos con amor.
Paralelo a los cursos que veía con Ángela y sus talleres en el arte de tejer, Sylvia comenzó también a asesorarse como emprendedora, esto se convirtió en el eje central de su vida. Aunque conservaba su trabajo como ingeniera de sistemas, los fines de semana y tiempos libres los dedicaba a su proyecto de vida. «Ella decía que era su gran sueño. No veía la hora de dedicarse solo a su empresa. Infortunadamente el tiempo y la vida no le alcanzaron. Pero todo lo que hizo, lo hizo con inmenso amor», cuenta Luis.
Sylvia enfermó a inicios de este año. Venció al COVID-19 y fue enviada a casa a recuperarse de las secuelas de esta enfermedad. A pesar de no estar en completas condiciones ella continuaba trabajando en su gran proyecto. Ángela recuerda que Sylvia siempre mencionaba que quería ver sus productos en la Tienda De Mis Manos y estaba enfocada diseñando y creando una colección para que eso fuera posible. Aún en cama, al lado de su esposo Luis y con el oxígeno que necesitaba a su lado, Sylvia nunca paró.
«Siempre he pensado que sus manos estaban bendecidas. Ella trabajaba divinamente y su bordado era espectacular, tenía unas manos prodigiosas», cuenta Ángela. El esposo de Sylvia también comparte estos sentimientos. Para ambos, Sylvia dejaba alma y corazón en todo lo que hacía, y eso se reflejaba en sus accesorios. Entre ires y venires del hospital, Sylvia continuaba coordinando todo para la entrega de la colección que finalmente se vendería en las Tiendas. Infortunadamente el 5 de mayo de 2021 falleció.
Sylvia no alcanzó a cumplir su sueño, pero quienes hoy la extrañan, se propusieron cumplirle aquello por lo que ella tanto había trabajado. Ángela decidió producir y terminar la colección de Sylvia.
«Hablé con mi esposo y le dije que quería cumplir este sueño de Sylvia», nos cuenta Ángela. Ella se comunicó con Luis e Isabella su hija para contarles la idea, y se comprometió con ellos y a la vez con su amiga, a producir toda su colección bajo la marca Sylhe.
Así comenzó el proceso de producción de esta colección desarrollada con unos Miyuki conocidos como tila, en donde se podrán encontrar brazaletes, aretes y collares. Los collares están tejidos sobre cuero. Ángela respetó por completo la carta de color elegida por Sylvia, según ella «todos los diseños que había pensado Sylvia eran divinos. Se les notaba el amor que ella dedicaba a cada uno. Los accesorios de esta colección son lindos, novedosos, diferentes a lo que se ve en el mercado, por esto pienso que su colección va a ser un éxito. Espero que todos los que los compren, los disfruten y se sientan felices de usarlos».
«Afortunadamente logramos concretar este sueño para Sylvia. Esta es la historia de cómo una ingeniera de sistemas descubre, después de muchos años probando cosas, su proyecto de vida en una técnica muy hermosa y lo logra llevar a cabo», cuenta Luis.
Conocer a Sylvia, apoyarla en su desarrollo como emprendedora e intercambiar conocimiento con ella, le permitió a Ángela reconocer la importancia del apoyo entre emprendedores. “Hay personas que cuando inician no logran ver claro el camino y aquellos que vamos más adelante, podemos guiar a quienes inician su sueño. No es fácil posicionar una marca, pero si tenemos la ayuda y colaboración entre empresarios podremos crear lazos que permitan que a todos nos vaya bien” indica Ángela.
Todos los accesorios de la última colección de Sylvia, producida por Ángela, pueden encontrarse en las Tiendas De Mis Manos. Siempre recordaremos a Sylvia por su espíritu alegre y la pasión con que tejió y creó cada uno de sus accesorios. Desde De Mis Manos nos alegra hacer un homenaje a su legado.
