Historias de emprendedores

Esta historia se trata de cuando el amor por lo que se hace se vuelve empresa. Guillermo León Cardona nos cuenta cómo su pasatiempo se convirtió en taller y en una idea de negocio. Crea lo tradicional, con el cuidado y las formas que esto implica.

Gloria Piedad Gómez González es la creadora y la creativa de esta marca, una que ha crecido en calidad y en ventas desde que pasó por el Centro de Diseño e Innovación De Mis Manos. Aprovecha al máximo la experiencia de laboratorio de las Tiendas para ajustar oferta y para generar nuevas ideas.

Esperan que este negocio corporativo, que además va a posibilitar que sus productos sean exportados, apalanque el crecimiento económico de la marca y sea provechoso para la comunidad de campesinos que hacen parte de su cadena productiva. Esta historia es un ejemplo de escalonamiento en corto tiempo.

Esta historia cuenta cómo, cuando hay aceptación, se llega fácil a reinventarse y a sobrevivir. María del Pilar Martínez nos relata cómo esta empresa familiar se dio la oportunidad de vivir una segunda vida y cómo el tema de cambiarse la piel, felizmente, se tornó recurrente.

Ya son 15 años de trajines formando empresa. La creadora de la marca nos relata su historia y el cómo superó los altibajos en el camino. Gratitud y persistencia son la clave.

Esta artista comparte su historia, cómo el orden creativo la llevó a subir un escalón más en el crecimiento de su empresa. De Mis Manos la acompaña en el diseño de su marca y de sus accesorios.

Básicamente es una contadora de historias, esta marca honra el trabajo tradicional de las manos femeninas antioqueñas. De patrimonio, de técnicas ancestrales, de recuerdos de la abuela, de renovarse, de lo que no muere, eso es lo que cuentan estas líneas.

Isabela Restrepo es su creadora. De Mis Manos ha acompañado a esta universitaria en la construcción de su proyecto de vida. Se organizó administrativamente, está a punto de ser una nueva empresaria y ya alista su primera colección.

Mónica Rendón se decidió por su empresa, quiso que fuera su plan A y no el B. Esta es la historia de una madre soltera que saca adelante a su familia mientras vende experiencias hechas ciento por ciento con el corazón.

Juliana Ortiz se debatió por casi una década entre el ser empleada y aventurarse a ser empresaria. En todo este tiempo llevó un proceso con sus miedos y ahora le apostó, de un todo por todo, a dejarse que su alma se exprese. Fue parte del acompañamiento del Ser De Mis Manos y nos cuenta cómo es eso de ser valiente.

Sor María Hernández tiene algo claro: que todo se puede. No le tuvo miedo al monstruo de las redes sociales y decidió que era más grande que ese reto. Construir una empresa por cinco años mientras trabajaba tiempo completo en el sector salud, ya le había demostrado que era capaz de todo.

El “plan B” se convirtió en “el A” hace 17 años. A Nora Lucía Botero la vida la alejó abruptamente de su profesión, pero la acercó dulcemente a una forma diferente de subsistir. Esta manera es de donde sacan ahora el sustento de su familia. Un ejemplo de perseverancia, crecimiento y sostenibilidad.