Crear un producto o un servicio nos impone retos en cuanto a esa capacidad de comunicarlo, para que el cliente pueda ver que en este encuentra la respuesta a una necesidad, pero también que se conecte con su emoción.
Para lograr esto, es importante que cada persona emprendedora pueda identificar, reconocer y permitirse sentir sus propias emociones, lo cual le dará mayor conciencia de estas para gestionarlas, pero también para conectar con las emociones de los demás.
En el contacto con un nuevo cliente, en un reto o un proyecto que estemos creando, en un nuevo producto, en el generar contenido, en el participar de una feria, entre otros, hay una diversidad de situaciones en las que experimentamos emociones; la manera cómo las gestionemos tendrá un impacto también en los resultados, en la relación con nosotros mismos y con los demás.
Para esto ten en cuenta:
- Las emociones son las reacciones que se presentan a lo que percibimos, es decir, dependen de la experiencia de cada persona y permiten adaptarnos a nuestro entorno. Existen diferentes tipos de emociones, las denominadas primarias son: alegría, tristeza, enojo, miedo y amor.
- Se pueden experimentar de diferentes maneras: en el cuerpo, en pensamientos o en comportamientos.
- Saber cómo se experimentan me ayuda a explorarlas, pero también a reconocer cómo se presentan y ante cuáles situaciones aparecen; e identificar las reacciones, las cuales tienen un impacto en mi vida diaria.
- Con esta información, ahora puedo empezar a identificar si necesito gestionarlas de una manera diferente; es decir, qué necesito y qué puedo hacer que me permita encontrar herramientas para fortalecer la manera de experimentarlas. Para algunas personas esto puede ser escribir, escuchar música, conversar con alguien sobre cómo se sienten.
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En De Mis Manos tenemos el acompañamiento Ser para Emprender donde te acompañamos en los procesos como persona emprendedora.
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