Para Dora Bonilla, el 2020 le demostró que “de las adversidades pueden nacer oportunidades”. Su esposo perdió el trabajo y el confinamiento de la COVID-19 representó un gran reto para ellos y sus seis hijos. En una decisión riesgosa, en vez de pagar los servicios, decidieron comprar mimbre como materia prima y así empezaron con Bimbral, su emprendimiento. Y con los canastos hechos llegó el siguiente paso: “En este tiempo de cuarentena nos dimos a la tarea de buscar cómo llegar desde la casa a un público objetivo”, cuenta Dora. Con el apoyo de De Mis Manos aprendieron de mercadeo digital y emprendimiento.
“Ha sido muy positivo porque hemos podido llegar al público que compra nuestro producto con contenido de valor”, dice Dora, quien cuenta que ya han exportado sus productos a Nicaragua.
Personas como Dora lograron crear o mantener sus empresas en medio de la pandemia, con el apoyo de De Mis Manos. El eje de la labor de la entidad es la asesoría en aspectos del desarrollo empresarial, el diseño y la innovación, y la comercialización. En este sentido brindó más de 10 mil servicios para más de 3.000 empresarios y acompañó a 1.237 mujeres empresarias activas que corresponden al 80% del total de personas empresarias de la entidad. El año pasado invirtió más de 4.000 millones de pesos en este acompañamiento.
Gracias a De Mis Manos, Dora ha aumentado sus ventas en los últimos diez meses. De hecho, uno de los aspectos más valorados por las personas empresarias es la gestión para generar venta de sus productos. En este sentido, se lograron más de $385 millones en ventas en espacios como las Tiendas De Mis Manos, ferias, negocios corporativos, comercios aliados, entre otros.
Solidaridad
Según Ana María Sánchez Ospina, Directora Ejecutiva de De Mis Manos: “2020 fue un año especial, sin duda. Aun más para personas emprendedoras y empresarias que, sin esperarlo, se enfrentaron a nuevas condiciones del mercado, de bioseguridad y en general de la sociedad generadas por la COVID-19”.
Ante estas dificultades De Mis Manos emprendió acciones como la entrega de más de $54 millones de manera directa a 292 personas mediante beneficios como: compra del inventario de alimentos que las empresas tenían en los espacios comerciales, pago anticipado de productos y servicios con plazo de un año para cumplir la entrega, y donación de bonos de víveres para las familias en condiciones más críticas.
“Tuvimos el reto de flexibilizarnos, crecer y acompañar en estas circunstancias con la solidaridad, la cercanía, la creatividad y la capacidad de adaptación como premisas para mantener nuestra presencia y brindar un apoyo efectivo y oportuno”, expresa Ana María Sánchez Ospina.
La entidad realizó además charlas virtuales que brindaran herramientas de primera necesidad para los negocios y en las que participaron más de 3.000 personas. Otras 700 se fueron capacitadas en tecnología y mercadeo digital.
En este mismo propósito de ayudar a afrontar la virtualidad que impuso la pandemia, se creó el Directorio De Mis Manos, iniciativa que brinda una presencia digital a las marcas colombianas para promover sus ventas, y en el que ya están inscritas más de 100 de ellas.
En Urabá crece el emprendimiento
Este año se mantuvo también la presencia en la región de Urabá donde se alcanzaron 658 personas atendidas y 806 beneficiadas, mediante 7.250 servicios. Allí se desarrollaron dos proyectos: Empropaz que llegó a 532 personas atendidas y 722 beneficiadas, con 5.222 servicios. Este programa es impulsado por Bancamía y Fundación Microfinanzas BBVA; en alianza con USAID y la Corporación Mundial de la Mujer Colombia. Y el proyecto de Fortalecimiento Empresarial con el que se atendieron a 98 personas y del que se beneficiaron 35 mediante 698 servicios, gracias al apoyo de la Agencia de la ONU para los Refugiados – ACNUR.
Un hecho muy significativo, fue la apertura del Centro de Experiencias y Negocios en Apartadó, con el propósito fundamental de promover el relacionamiento y la visibilización de las personas empresarias.
Por otro lado, De Mis Manos ejecutó 2 proyectos en el Valle de Aburrá: Emprendiendo Sueños para el Fondo de Empleados de Protección, con el que acompañó a 14 personas y Empropaz dirigido a población migrante con el que se beneficiaron 77 personas.
Gracias a De Mis Manos, Dora empezó a reconocerse como una mujer empresaria, “una mujer que es capaz de llevar un emprendimiento adelante y que tenía todo para crear empresa”. Hoy Bimbral genera ingresos para 10 familias del país y se proyecta como una empresa exitosa.
El empeño y la creatividad de quienes emprenden, sumados a las múltiples maneras en que De Mis Manos brindó su acompañamiento y apoyo en el 2020, mantuvieron con vida el sueño de quienes que hoy siguen creyendo en sus empresas como generadoras de ingresos, empleo y crecimiento para sus familias y para el país.
