Santiago Perry, director ejecutivo de la Corporación para el Desarrollo Participativo y Sostenible de los Pequeños Productores Rurales (PBA) y exviceministro de Agricultura, explica los retos de promover el desarrollo económico en zonas rurales y todas las oportunidades que existen en el campo.
¿Cuál es el estado de las zonas rurales?
En primer lugar, para poder dar respuesta a una problemática hay que comprenderla más a fondo. Estos son algunos factores clave para comprender el estado del campo en Colombia:
- Elevada pobreza rural, inequidades entre regiones, géneros y etnias. De hecho, hay tres veces más pobreza en el campo que en la ciudad.
- Alta concentración de la tierra en pocas manos e informalidad. Solo el 34,6% de hogares en el campo cuenta con un activo productivo como la tierra, según el Índice de Gini, herramienta que mide la desigualdad.
- Conflictos del uso del suelo.
- Graves deficiencias en educación, salud y protección social.
- Enorme atraso en cuanto a infraestructura.
Más de 2 millones de habitantes de las zonas rurales no cuentan con energía eléctrica, el 40 % no tiene acceso a una fuente de agua mejorada y el 27 % no dispone de sistemas sanitarios adecuados.
Siendo así, el objetivo es amplio y claro, el desarrollo rural debe apuntar a: mejorar el nivel y calidad de vida de sus habitantes y, de esta forma, comenzar a saldar la deuda histórica que tenemos con el campo.
Claves para promover su desarrollo económico
Principalmente, es necesario comprender que rural no es equivalente a agropecuario y que, además, hay diferentes tipos de ruralidades que deben abordarse teniendo presente:
- La comunidad debe ser protagonista
En este sentido, ofrecer un enfoque diferencial en las intervenciones que vayan a realizarse es fundamental. - Hay que desarrollar sus capacidades
Siempre teniendo presente que debe ser integral, potenciando habilidades organizativas, empresariales (comercio), productivas (técnico) y sociales. Acceder a factores de producción es clave. - Mejorar la dotación de bienes públicos
Esto incluye servicios sociales, públicos y de infraestructura, lo que debe permitir generar mayores ingresos. - Incentivar la innovación
La tecnología debe ser un gran aliado en la optimización de procesos, especialmente, para los más jóvenes. - Fortalecer instituciones
El quinto punto comienza a cruzarse con los demás, pues para lograr este fortalecimiento institucional es necesario mejorar el acceso a los servicios públicos, fomentar el desarrollo económico y promover la inclusión social.
Lo principal: contribuir a la generación de ingresos
Los 5 puntos anteriores deben hacer parte de una estrategia que posibilite que los campesinos puedan mejorar sus ingresos. Santiago Perry explica qué se debe tener en cuenta:
- Integralidad. Deben intervenir componentes biológicos, sociales, culturales y económicos.
- Énfasis en los procesos de aprendizajes y habilidades obtenidas, por eso, es fundamental que se den cambios de actitud frente a los cambios y formas de realizar las labores.
- La participación de la comunidad en cada una de las etapas es vital para que la comunidad misma sea independiente, sin necesidad de intervención externa.
- Sostenibilidad económica, social y ambiental a largo plazo. Debe trabajarse desde el diseño para que la comunidad tenga cohesión y pueda vincular a los jóvenes, manejar conflictos internos y tener una visión de futuro colectiva.
Por supuesto, para llegar a todo esto es indispensable generar procesos de fortalecimiento organizativo, logrando que se dé un liderazgo positivo y transparente. Así mismo, el mejoramiento de la calidad de vida en el campo va ligado a la innovación tecnológica.
Una vez se reúnan estos elementos, hay que apalancar todo el proceso en el desarrollo empresarial y comercial, pues los pequeños productores necesitan aprender a manejar su trabajo con un criterio más corporativo y una visión a mediano y largo plazo.
Para lograr una comercialización exitosa las personas deben aprender a investigar sobre mercados, construir redes de apoyo con distintos sectores y definir circuitos cortos de venta, este último aspecto con el objetivo de optimizar el proceso que debe hacer el producto hasta el consumidor final.
Todo esto requiere de un acompañamiento continuo y consciente con las comunidades.
En De Mis Manos aprendemos de todas estas variables para brindar a todas las personas emprendedoras asesorías que respondan a sus necesidades particulares. Conoce más de nuestro portafolio y contáctanos.
