En ocasiones, nuestras prioridades están enfocadas en la definición de las características del producto o servicio, se hace zoom en el qué y el cómo va a ser, y con esto se entra a un universo de formas que contempla colores, materiales, texturas, solo por ejemplificar.
Si bien tener esto claro es de suma importancia, algo igualmente relevante es la experiencia que se ofrece, qué vamos a contar más allá de la venta, con qué quiero que las personas se conecten, cuál es la historia detrás de mi producto o servicio. Ese es el poder del storytelling: la conexión. Es una herramienta gratuita, además.
Son 3 los principales beneficios del contar historias de marca:
Estas narraciones van a permitir que los clientes se vinculen desde algo más fuerte que la intelectualidad de los datos: desde las emociones. Una descripción, que es la manera más común en que se comunica una marca, no genera el impacto suficiente porque ese discurso es muy similar al expuesto por la mayoría en el mercado.
Las emociones anclan los recuerdos, así de sencillo. En la medida en que el público se identifica y se vincula emocionalmente, de la misma manera la marca va a estar más presente en corazón y mente. Adicionalmente, al ofrecer un discurso diferencial, más oportunidad tienes de estar en los recuerdos de las personas.
Cuando se cuenta una historia, no solo se comunica al otro un mensaje, también retroalimenta al contador en forma de inspiración. Es decir, se convierte en una herramienta para hacer efectiva la promesa de venta y se generan nuevas ideas para seguir creando. Por ejemplo, si respecto a un restaurante hablas de sabores mágicos, a partir de esto puedes generar más ideas de cómo hacer realidad, efectivamente, ese sabor mágico.
Te damos algunas pautas que juegues un poco con los contenidos y generes esas historias. Recuerda que estás creando una experiencia:
Señala a tu protagonista
Identifica lo que quieres que resalte. Por ejemplo: el espacio físico con “Chocó, tierra de sabores mágicos”; podría ser la técnica con algo como “la magia de la cocina ancestral”.
Ve por la emoción
Identificar cuál es la emoción que quieres detonar, cómo quieres que las personas se sientan: nostálgicas, tranquilas, alegres, inspiradas, etc.
Llamado a la acción
En este punto propones cómo se puede detonar la emoción de la pauta anterior.
Consejo final
Apunta esto y pégalo donde lo veas siempre: los datos se olvidan, pero las historias se recuerdan.