La definición de andrógino se refiere a la cualidad de poseer características que no son propiamente ni del género masculino ni del femenino. Yves Saint Laurent dio un paso definitivo cuando convirtió prendas tan varoniles como el esmoquin en patrimonio femenino. Así mismo, Coco Chanel rompió con la estricta y encorsetada indumentaria femenina y diseñó prendas para mujeres sencillas, de líneas rectas con tejidos y patrones masculinos. Aquí te dejamos algunos tips para aplicar este concepto en tu emprendimiento:
- Empieza desde el pensamiento. Transforma la manera de ver tus productos. Dejar a un lado los estereotipos y concepciones acerca de para quién son tus productos, te permitirá descubrir un nuevo público que no se interesa por la etiqueta de «femenino» o «masculino», simplemente por la belleza del mismo.
- Enfócate en generar emociones y experiencias. Esto mediante tus productos, dejando de lado si lo utilizaría un género en específico. Permítete experimentar con colores, formas, texturas y siluetas que sean disruptivas y auténticas.
- Piensa en una línea de tus productos con envases neutros. Esto si tu emprendimiento hace parte de la categoría cosmética. Dicha industria está cambiando los códigos, dirigiéndose a la belleza unisex.
- Una visión atípica. Diseñadores como Alejandro Gómez Palomo nos invitan a tener una visión libre de género, guiada por las prendas y el arte. Transmite una lucha específica contra las fronteras escondidas en ropa masculina, con el objetivo de mostrar que esta puede ser igual de diversa que la femenina. En sus pasarelas se pueden apreciar modelos andróginos que llevan vestidos, blusas y faldas con encajes, escotes y cortes que serían vistos como femeninos desde una posición conservadora.
«Un futuro libre de estereotipos y con una sociedad que valora la historia, su arte y, sobre todo, su evolución».