


Ante el primer cierre por pandemia y el reto de ver cómo se alargaban las cuarentenas, Paulina notó que pronto debía tomar una decisión. “La pandemia fue un alto obligatorio, como una frenada en seco por la que tomé decisiones que de otra manera tal vez no habría tomado”, asegura Paulina.
Uno de los caminos que emprendió fue el de desarrollar una línea de rompecabezas inspirados en la belleza de la fauna colombiana y gracias a ellos, hacer parte de De Mis Manos. “Para ingresar a las Tiendas debía tener un producto propio, entonces decidí intentar con los rompecabezas, que era un proyecto al que le venía dando vueltas hace tiempo, y así pude cumplir mi deseo”, explica.
Video realizado por: Programa Con todo el amor (Teleantioquia)
De comercializadora de juguetes Paulina pasó a ser la creadora de tres rompecabezas y un juego de parejas con marca Anastasia, referencias cuyos protagonistas son animales propios de las regiones de Colombia, que diseñó con la ayuda de una ilustradora.
Su experiencia le permitió notar que los niños primero identifican animales de otros continentes que los que tenemos acá. Para esas pruebas se valió de sus hijos, Martín de 11 años y Mariana de 9. “Ellos han compartido conmigo este proyecto, son los que prueban los productos y le hacen el control de calidad”, confiesa.
Paulina recuerda que en De Mis Manos la acogieron de muy buena manera, porque es un producto para niños que lucen muy bien en las tiendas. “Gracias a ellos he aprendido mucho, de finanzas, de comercialización en redes sociales. Me comparten información súper interesante, me han dado grandes oportunidades”.
Otra cosa que aprendió de De Mis Manos es que sus cuentas digitales son muy importantes. La dirección de su página web es www.mundoanastasia.com, de su cuenta de Instagram @anastasiajuguetes y en Facebook está como MundoAnastasia. También hace parte del Directorio De Mis Manos.
Ella reconoce que este camino no es fácil, pero que si es lo que verdaderamente la mueve vale la pena buscarle alternativas, porque comprende que, a veces, la vida se completa ficha a ficha, como las piezas de un rompecabezas.