Lina Giraldo
Entrelazhadas
Lina Giraldo
Entrelazhadas
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Hace algunos años, Lina Giraldo trabajaba como socióloga en proyectos con comunidades. Armaba círculos de mujeres donde encontró una necesidad manifiesta de sanación. Un día su hermana le mostró una pieza tejida y se le ocurrió la idea de enseñarles a las mujeres. Comenzó un tutorial en YouTube y trasladó su saber al aula de los barrios.
“Con los proyectos sociales casi siempre se llega es a la vulnerabilidad de las personas. Con el tejido es diferente, porque se emocionan y comienzan a hablar de sus situaciones de manera diferente. Además, comenzaron a llegar muchas. Recuerdo que había algo muy bonito, se ayudaban entre ellas”, revive Lina la experiencia con sus primeros grupos, donde también cabían niños y adolescentes.
Sin sospecharlo, hace seis años debió aplicar esa misma terapia sanadora en ella misma. Tuvo que enfrentar un cáncer. “Siento que me activó mucho la sensibilidad, ya lo era por el lado social, pero lo fue más aún. Como mucho dolor de mundo”, dice que no se sentía capaz de encarar las historias contadas en esos encuentros, donde se traían relatos de violencias, de derechos vulnerados.
Pero en esa distancia “comenzaba a tejer y se me iba el mundo”, menciona esa terapia del alma que la ayudó a salir adelante y a transitar por la enfermedad hasta sobrevivirla.
Conoció a De Mis Manos por referencia de una amiga, hace unos tres años. “Siempre le dicen a uno, ´qué es lo que necesita el otro para hacerlo´, pero en De Mis manos preguntan qué es lo que uno quiere mostrar. Es muy bonito, tan valioso”, destaca la empresaria.
Costos fue uno de los temas que aprendió. Siempre le fue difícil valorar su trabajo. “Es como un asunto de merecimiento”, anota y destaca que en esta casa aprendió a mirar su trabajo y su talento de una manera distinta, apreciarlo realmente y no tener miedo a los números.
Aprender a manejar de redes, estudiar el público, crear conceptos de marca, hacerlo profesional, pero con el alma, así lo resume Lina. “Para qué había llegado la marca a este mundo”, eso le preguntaron en De Mis Manos. La respuesta: la sororidad.
Sus colecciones tienen que relación con los ciclos de la mujer, el afuera con la creación de espacios de armonía y el adentro con las actividades del círculo de mujeres, un ejercicio similar al de años atrás, pero desde las construcciones de alta vibración, más los rituales que regala en sus piezas. “Cuando me dicen que les ayuda me alegro tanto”, dice Lina de esas reuniones de mujeres para sanar y proyectar su luz. “La energía se eleva”, por eso se llama Entrelazhadas.
“Me ha quedado la enseñanza que soy capaz de muchas cosas”, dejar fluir, creer más y dejarse acompañar, completa su mensaje para las personas empresarias la creadora, que tiene sus productos está en redes sociales y plataformas de comercio electrónico, también en Tiendas De Mis Manos.