
Esta historia comienza con mi madre, fue ella quien sembró en mi la semilla del bordado, si bien siempre me incliné hacia el universo creativo y la moda, el oficio de bordar fue la oportunidad de hacer realidad mis imaginarios. Desde el año 2018 empieza la construcción de esta mansión, un lugar donde la fusión de la naturaleza y los ancestros toma el protagónico de mi universo creativo y en este diálogo encuentro mi vista predilecta, llena de jolgorios cromáticos y fragancias nostálgicas. Cada pieza es una cita, una anécdota tejida por manos artesanas que encapsulan innumerables pensamientos y se convierten en la cita frecuente con el rescate de técnicas ancestrales y el deseo de alojarlas en lo inolvidable.