En una decisión de conectar con el ser, con el hacer y con el saber familiar desde la consciencia, desde el disfrute por el tiempo presente, desde el amor y la confianza en un proceso empírico que viene desde que tengo memoria y mucho tiempo atrás, nace Herencia, con el deseo de que te lleves algo de sí, nuestro corazón y nuestro empeño.

Herencia es la ancestralidad hecha marca; es naturaleza, es raíz, es lo que brota de la tierra, lo que nace; es el canto amoroso de la abuela en el balcón mientras cae la tarde y ella en su mecedora te sonríe y te habla de su historia, de la tuya, de la de otros, de la que te hace quien eres. Te ves sentado a la hora del algo, abrigado calurosamente con la tersa lana que acaba de tejer la mujer valiente que te mira sonriente, tal vez nadie lo note, pero tú sabes lo que llevas puesto, no en tu piel, sino en tu corazón.