Todo es posible, la historia de Isa Vital

Ana Isabel García descubrió que lo que más disfrutaba es hacer aceite de coco y decidió crear empresa con su talento y pasión. Esto ocurrió tierra adentro, en la vereda San Sebastián, en Necoclí, población del Urabá antioqueño.
Diapositiva anterior
Diapositiva siguiente

Esta es una de esas historias que inspiran, que hacen ver que todo es posible y que a los sueños no se le ponen límites. La maestra es Ana Isabel García, habitante del corregimiento San Sebastián de Necoclí, en la puerta del Darién. Es allí donde soñó, donde creó su empresa, donde elabora sus productos y desde donde vende por internet.

 

Tiene manos benditas, que han hecho que su cocina sea famosa en la región. A eso se dedicaba, a vender las preparaciones salidas de su cocina mágica y con raíces ancestrales, y a ofrecer servicios varios en esto de sobrevivir.

 

Cuenta que, aunque es muy dura su elaboración, ella se acostumbró desde niña a hacer su aceite de coco, algo común, según comenta, entre los vecinos de la zona, que suelen cocinar con el líquido prensado.

 

El asunto fue tan orgánico como suena. Hace unos cuatro años, según las cuentas rápidas de Ana Isabel, alguien le encargó este producto. Ella detectó una buena oportunidad de negocio. Muchas cosas se le pasaron por la cabeza en ese momento: que era capaz de montar una empresa, que tenía una oportunidad de sacar adelante a su hija Valentina, que tenía los conocimientos y las técnicas de sus ancestros para obtener un muy buen producto. “Una mejor calidad de vida, esa fue la razón para emprender”, enfatiza la protagonista de la historia.

 

Así fue que nació esta historia. En la vereda comenzó a vender a sus conocidos y así la fueron recomendando. Aun la buscan para encargarle sancochos, pescados y todo lo que sale de su cocina, así que se tiene que dividir en tres para rendir como trabajadora, empresaria y mamá, por supuesto.

 

Sale la luz del día y ya está en sus quehaceres. Cuando la demanda aumenta, subcontrata manos adicionales. Pero por lo regular es ella sola quien atiende producción, administración y ventas, claro que cuenta con Valentina, de 11 años, quien la ayuda con redes sociales y la acompaña a llevar sus atavíos a las ferias.

 

Precisamente las ferias vinieron con De Mis Manos. Un día, hace dos años mal contados, Álvaro García, su hermano, quien también tiene empresa y es presidente de la JAC de su vereda, le habló de esta casa. Sin pensarlo mucho, porque las cosas que son para provecho no se deben postergar, viajó hasta Apartadó y se hizo conocer.

 

Tocó esta puerta porque, dice ella, “no tenía nada”, aunque tenía su talento, su producto de calidad y su negocio. Pero sentía que le faltaba construir su desarrollo de marca, tener su imagen y aprender a encontrar vitrinas y gestionar clientes.

 

Dice que en las capacitaciones encontró la forma de explotar sus capacidades, le mostraron nuevas oportunidades y le ayudaron con un crédito, con el que abrió un local en su vereda, en el que vende su aceite y su concentrado de coco, su enyucado y sus cocadas.

 

Es una mujer de soluciones. El principal logro ha sido superar sus miedos, lo que le ha dado mucho. El reto más grande es el enfrentarse a exponerse y a manejar las redes sociales. Pero ahí está en las redes, mostrando sus productos y su proceso, generando confianza porque es su principal canal de venta. Lo importante es aprovecharlas para mostrar lo natural, artesanal y ancestral de lo que hace.

 

Tampoco le gusta viajar, para ella es un sacrificio, es que cuando se vive en un paraíso como San Sebastián, no se quiere salir de la casa, así dice y así es. Pero sabe que tiene que moverse a cuanta feria tiene la oportunidad para que la conozcan.

 

Aprovecha mucho estas oportunidades porque queda con clientes fieles y permanentes. No sorprende que así sea. Es dueña de un encanto único. Conversadora, genuina, cálida, se muestra como es y la gente se queda, con el producto y con Ana Isabel.

 

En De Mis manos encuentra ánimo para salir adelante cuando cree que no es capaz. De su asesora escucha que todo lo puede, que tiene un buen camino por delante, que lo está haciendo bien, que es bueno estar abierta a todo. Y así es, el enfrentarse a esos miedos, precisamente, es lo que la ha hecho fuerte y le ha dado múltiples oportunidades. De hecho, por eso puede trabajar desde la bonita vereda, en la puerta del Darién, sin problema.

 

Consejos para las personas empresarias: “No es fácil emprender y uno parece que no lo fuera a lograr y en la primera de cambio parece que se fuera a retirar porque no ve resultados inmediatos. -Aunque nada se da de la noche a la mañana. Es cuestión de intentar y de volver a intentar, y probar alternativas también, de encontrar los caminos adecuados- Lo importante es no dejar de hacer lo que a uno le gusta”.

 

Productos Isa Vital se encuentra en la sede De Mis Manos de Apartadó y en las redes sociales, en donde atiende a donde le pidan.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y se aplican la política de privacidad y los términos de servicio de Google.

Claves para crear una empresa con éxito

Cada año se fundan miles de emprendimientos, pero no todos logran superar el llamado “valle de la muerte” y consolidarse en el mercado. ¿Qué los hace diferentes? ¡Lee aquí cuáles son las claves para crear una empresa con éxito y cómo las aplicó Zampátelo, desde Quibdó, para que comiences la tuya!

Leer más »

Contáctanos