La primera vez de Dani Velásquez en una feria

Esta empresaria de servicios y productos holísticos, logró uno de los mejores resultados en ventas en la Feria Empoderadas de marzo, organizada por De Mis Manos. Era su primera experiencia, con miedo y todo se lanzó y logró conocerse en otra faceta.




Dani Velásquez

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Andrea Ochoa, asesora comercial De Mis Manos, destaca que experiencias como la de Dani Velásquez dan cuenta de los aprendizajes que puede dejar una feria. “Esta fue su primera vez. No sabía de vitrinismo, ni cómo mostrar su producto. Al final, fue una de las empresarias con mayores ventas. Su nivel de emoción era súper bonito y aprendió muchas cosas”.

Dani llegó a su stand el primer día temblando, con muchos miedos. Cuando hizo la inscripción a la Feria sintió que llegaron sus inseguridades, pero igual se sentía acompañada por De Mis Manos.

“La asesora me ayudó mucho desde lo emocional y las recomendaciones para el stand. Me vio tan asustada y llegó a brindarme ese apoyo.” Llevó algunos productos como velas intencionadas, accesorios con cuarzos, portavasos con la imagen de los chakras, esencias de arcángeles y de relajación, entre otros elementos que utiliza en sus terapias. Esto, más la empatía, le sirvió para acercarse a los clientes y vender sus productos.

Los resultados: el mayor porcentaje de ventas en el evento, en cuatro días logró hacer el dinero de más de un mes. Adicionalmente, se llevó clientes a su consulta y aumentó su comunidad en redes. Pero la satisfacción fue más más allá de los números. Además de vencer sus miedos, Dani tomó esta experiencia como un laboratorio para su marca. “La aceptación, saber que el producto y el servicio fue reconocido, que está gustando. Hice el ejercicio comercial de validación de producto”, comenta la empresaria.

Su historia

La primera empresa fue Subliris, su primer sueño. Ese proyecto, que creó con un hermano Fernando, se dedicó a la estampación y a la creación de regalos emocionales y creativos.

Llegó la pandemia y los socios cerraron la empresa. Una de las razones por las que tomó el camino de la independencia fue su hijo Emiliano. Su hijo nació con el Síndrome de Emi Cri-du-chat. Dani comenzó a buscar herramientas espirituales para ayudar en la sanación de su pequeño, que ahora tiene siete años.

Gemoterapia, aromaterapia hacían parte de su sanación en los últimos 5 años. En este camino se certificó como terapeuta reiki y en ese cese de pandemia realizó terapias a su pequeño y a sus amigos. Se dio cuenta que eso era lo que quería hacer todos los días.

Como el buen hijo vuelve a casa, regresó a De Mis Manos ya como Dani Velásquez, que ofrece servicios de expansión de consciencia y autosanación, como los antes mencionados. Está en Instagram, trabaja por teleconsulta y también atiende en espacios verdes y abiertos de la ciudad y en un coworking holístico en Envigado.

“No renuncien a sus sueños -este es el consejo para las personas empresarias- Si en algún momento las cosas no van como quieren, no renuncien sino transfórmenlo con sus dones y talentos. También, mira cómo, desde tu emprendimiento, puedes contribuir al mundo”.

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